Ingreso mínimo garantizado: un paso bienvenido
- T+
- T-
l gobierno logró finalmente la aprobación legislativa del proyecto de ingreso mínimo garantizado, que permite que los trabajadores formales puedan asegurar un ingreso líquido de $300.000, ya que será un subsidio del Estado el que asegure este monto para trabajadores con sueldos brutos de hasta $384.000 y que pertenezcan al 10% más pobre de la población. Según los cálculos oficiales, la política beneficiaría a 700 mil trabajadores, o un 13% de los ocupados formales.
Que la aprobación de este proyecto tardara más de cuatro meses es una muestra del actual clima de confrontación política, pues resulta evidente que es una ayuda directa a los sectores más vulnerables. El principal punto de discordia entre gobierno y oposición fue incluir a empresas grandes en el beneficio, a pesar de que si se dejaban fuera, hubiera sido una clara discriminación en contra de esos trabajadores. Al respecto es importante considerar, además, que la capacidad de las empresas de pagar mejores sueldos, más que depender de su tamaño, es función del rubro donde operen.
En cuanto a los efectos de esta política, es un incentivo a la formalización de trabajadores que hoy no lo están, pero también fomenta las contrataciones por el sueldo mínimo para maximizar el beneficio. Es una realidad que muchos trabajadores reciben ingresos por montos superiores a los sueldos por los que les hacen las imposiciones, y este tipo de política fomenta esa ilegalidad. Cobra entonces mayor importancia controlar este tipo de situaciones. Por otra parte, este subsidio desincentiva los aumentos de remuneraciones, ya que parte del aumento será contrarrestado por un menor subsidio. Por estas razones, hubiera sido mejor que el monto del subsidio se definiera en términos nominales fijos, de tal forma que los reajustes del salario mínimo se hicieran cargo de ponerle fin. El hecho de que el subsidio se reajuste por IPC tampoco es bueno en ese sentido.
Y aunque alivia la situación de ingresos de sectores de bajos ingresos, no puede sustituir al mayor crecimiento económico.